Las procesiones del Martes Santo llenaron las calles

La jornada de ayer fue de especial devoción para los fieles de la Virgen de la Soledad y de la Virgen de la Esperanza. En el primer caso se celebró, en la capilla de la Orden Tercera, la tradicional ceremonia de besamanos. A continuación comenzó la procesión del Cristo de la Luz y de la Buena Muerte.

La cofradía de Dolores salió también ayer a la calle portando cuatro tronos, entre ellos el de la Virgen de la Esperanza, que cuenta con numerosos devotos y que, además, estrenaba una corona adquirida mediante cuestación popular. En la retirada de esta imagen se interpreta la canción “Una madre no se cansa de esperar”, en un momento de intensa emoción.
También recorrieron las calles los pasos de Jesús Atado a la Columna (talla adquirida en Olot en 1967 realizad por Massagué), el del Cristo del Socorro (propiedad de la Congregación de las Hijas de Cristo Rey) y el Cristo de la Penitencia. Este último procede de la capilla del colegio London y fue donado a la cofradía por la familia Langtry. La cruz la portan tres cofrades del tercio penitencial.